Provincia Santiago de Cuba


    Santiago de Cuba. Es la segunda provincia más poblada de Cuba, antecedida por la capital: La Habana. El territorio que ocupa actualmente formó parte de la antigua provincia de Oriente, hasta que en 1976 tras proclamarse la nueva división político-administrativa se constituyó como provincia.

    Su municipio cabecera es una de las siete villas fundadas por el adelantado Diego Velázquez en los primeros momentos de la conquista y colonización de la Isla de Cuba por España. Desde 1515 se convierte en capital hasta mediados del siglo XVI, en que es desplazada por la otrora Villa de San Cristóbal de La Habana. Su centro histórico urbano fue declarado Monumento Nacional el 10 de octubre de 1978.

    La provincia, incluyendo los cayos tiene una extensión territorial de 6 mil 170 km2, por lo que es una de las cuatro más pequeñas del país, junto con La Habana y Cienfuegos. Está situada en el extremo oriental de Cuba; limita al norte con las provincias de Granma y Holguin, al sur el mar Caribe, al este con la provincia de Guantánamo y al oeste con Granma. Por su importancia político-económica se considera la segunda provincia en importancia del país.

    Ubicación

    Se encuentra en el sureste de la isla, en las coordenadas 20°01'17.42" N, 75°49'45.75" O. Limita por el oeste con la provincia de Granma, por el norte con Holguín y por el este con Guantánamo. Al sur, el mar Caribe baña las costas del territorio, en las cuales predominan las playas de arenas oscuras y guijarros flanqueadas por las montañas de la Sierra Maestra.

    Históricamente, Santiago de Cuba ha sido la segunda ciudad más importante de Cuba. Cuenta con una bahía conectada con el Mar Caribe y es un importante puerto. El municipio Santiago de Cuba, en donde se encuentra la ciudad capital, es el más poblado del país.

    Historia

    Fundación de la villa

    La fundación de la provincia Santiago de Cuba ocurrió hacia el final del proceso de conquista española de la Isla de Cuba. Diego Colón, virrey de España en América y radicado en La Española le encargó la dirección de esa empresa a Diego Velázquez de Cuellar, con el cargo de Teniente de Gobernador y dependiente de la autoridad de dicho virrey.

    Se relata que habiendo visitado este puerto, lo encontraron bien situado para la navegación en las tierras ya conquistadas y los lugares en que se iniciaba la conquista, y que además, encontraron un sitio adecuado para la ubicación del nuevo pueblo, en el cual se establecería la Casa de la Contratación.

    Estando todos de acuerdo se fueron a la villa de Bayamo, volviendo al puerto de Santiago con posterioridad al 21 de mayo de 1515. Dado el nombre que se decidió para la villa, es de suponer- y así se acepta- que la misma se fundó el 25 de julio de 1515, día en que se efectúan las fiesta en honor de Santiago Apóstol, santo guerrero patrón de España.

    Primeros años

    Al fundar esta villa, destinada a ser sede de su gobierno en Cuba, Diego Velázquez procedió a organizarla y poblarla, para lo cual hizo venir a distintos conquistadores-colonos de otras villas como Baracoa y Bayamo, y estructuró la administración de la misma designando a los cuatro regidores de su primer cabildo, y otras autoridades.

    La designación principal recayó en Hernán Cortés Monroy, nombrado como alcalde. Además de Diego Velázquez, en la villa radicaron otros importantes funcionarios del gobierno colonial español en Cuba: los Oficiales Reales, encargados de llevar los asuntos de la Hacienda Real a la que los propios conquistadores denominaron también Casa de la Contratación.

    Estos funcionarios dependían directamente del Rey de España, y entre sus funciones tenían la de vigilar e informar sobre la actuación de Diego Velázquez.

    Diego Velázquez solicitó la creación en Cuba de un obispado, lo que le fue concedido en 1516, ordenándose que el mismo radicara en Baracoa, villa cuya iglesia parroquial fue elevada al rango de Iglesia Catedral, con el nombre de Nuestra Señora de la Asunción.

    El 28 de abril de 1522 en una bula del Papa Alejandro VI, trasladó el obispado y su catedral -que conservó el nombre- a la villa de Santiago de Cuba.

    La villa de Santiago de Cuba fue elevada al rango de ciudad al trasladarse a ella la sede del obispado y la catedral en 1522. Desde 1516 se nombró obispo de Cuba a fray Juan de White, al que le siguieron otros. Sin embargo, el primero que vino a ocupar su diócesis fue fray Miguel Ramírez de Salamanca en 1527.

    Como fuente de riquezas, Santiago de Cuba tenía el oro; único renglón exportable de buen valor de que disponía la Isla en aquellos años. Otra fuente de cierta riqueza fue el comercio, ya que por las mismas razones los buques con mercancías estaban obligados a llegar a este puerto, lo que permitía que los más adinerados de la ciudad adquirieran mercancías que luego reexportaban a las demás villas, o a otras colonias, condición de intermediarios que les daba apreciables ganancias. Además el casabe, producido según el método de los aborígenes, era empleado en el comercio como sustituto del pan con las ventajas de su poco peso y volumen, y su capacidad de conservarse por largos meses.

    La producción de oro tuvo su período más próspero en las décadas de 1520 y 1530, alcanzando un valor total de unos tres millones de pesos, con años de hasta 100 000. De relevante significación económica siglos después, fue el descubrimiento de yacimientos de cobre aproximadamente en 1530, en el llamado Cerro de Cardenalillo o Cardenillo -poblado de El Cobre- mineral que en 1534 comenzó a explotar con fuerza de trabajo esclava el platero Luis de Espinoza.

    En los primeros tiempos los nombres de las calles que formaban o bordeaban la Plaza de Armas eran:

    Calle del Adelantado (Santo Tomás).
    Calle de la Catedral (Heredia).
    Calle de la Marina (Aguilera).
    Calle del Cabildo (San Pedro).

    Cultura

    Santiago es la cuna de una gran cantidad de los géneros musicales de Cuba. Ha sido reconocida como la cuna del son y el bolero, mientras que la trova tradicional y la expresión coral cuentan con un profundo arraigo. Allí nacieron grandes músicos, como Sindo Garay, Ñico Saquito, Eliades Ochoa, Compay Segundo, por solo mencionar algunos.

    Es sin duda una ciudad excepcional, distinguida por su Cultura e Identidad, en la que se combinan múltiples valores que permiten al visitante entrar en contacto con la idiosincrasia de su gente, la cultura e historia del lugar, mientras disfruta de la naturaleza exótica. Las fiestas populares de mayor importancia son el Carnaval Santiaguero (considerado el mejor del país) y la Fiesta del Fuego.

    Por estas razones y más razones se explica que la provincia, en especial su municipio cabecera, sea con asiduidad sede de importantes eventos artístico-culturales como el Festival del Caribe, el Festival Internacional de Coros, el Festival del Son "Miguel Matamoros", el Festival Internacional de la Trova "Pepe Sánchez" y el Festival del Bolero, entre otros.

    Otros aspectos distinguen a Santiago, en ella está la primera casa de América, la majestuosa catedral de Santiago de Cuba (la primera de su tipo en Cuba), la primera mina de cobre a cielo abierto ubicada en el poblado de El Cobre y el Museo Bacardí, el primero de su tipo en territorio nacional. Posee además varios centros de educación superior, entre los más importantes están la Universidad de Oriente, el Instituto Superior de Ciencias Médicas y el Instituto Superior Pedagógico Frank País.

    Es el lugar de donde partió Hernán Cortés a la conquista de México y al que llegaron tras la revolución haitiana de Toussaint Louverture en 1791 decenas y decenas de emigrantes franceses que introdujeron café en Cuba y también su cultura.

    Aquí nació el poeta José María Heredia, uno de los precursores del romanticismo en la lengua española, y yacen los restos mortales de José Martí -natural de La Habana-, el más grande revolucionario y pensador cubano, también poeta, ensayista, diplomático, maestro y combatiente, considerado el Héroe Nacional. En la actualidad es cuna de magníficos poetas, como Alberto Garrido nacido en 1966 y reconocido entre los autores más destacados del país.

    Hogar de la Virgen de la Caridad del Cobre

    Imagen de la virgen de la Caridad del Cobre ubicada en el Santuario de El Cobre En lo más alto del cerro de Maboa, a 27 kilómetros de la ciudad de Santiago de Cuba, se encuentra el Santuario Nacional de la Virgen de la Caridad del Cobre, declarada Patrona de Cuba en 1916 y coronada por el Papa Juan Pablo II durante su visita a Cuba en 1998.

    La aparición de la Virgen de la Caridad, es otra de las leyendas del territorio santiaguero; donde existen relatos contradictorios relacionados a la presentación de la Caridad. Unos dicen que ocurrió durante una tempestad; y otros que fue en un día claro, tranquilo y luminoso.

    Ella es también conocida como la Virgen Mambisa, debido a la devoción manifestada por los insurrectos durante las guerras de independencia del siglo XIX. En 1915 le escribieron al Papa Benedicto XV pidiendo que proclamara Patrona de Cuba a la Virgen de la Caridad del Cobre. Unos años más tarde, el Papa Pío XI autorizó la coronación canónica de la sagrada imagen. Es en la mañana del 20 de diciembre de 1936, cuando se realizó la coronación por el entonces obispo de Santiago de Cuba, Monseñor Valentín Zubizarreta.

    El actual santuario, en el que se ofrece misa cada mañana, data de 1927, tiene un altar de plata maciza y otros objetos ornamentales de gran valor. Debajo del camarín de la Virgen se encuentra la denominada Capilla de los Milagros, un pequeño recinto donde los creyentes depositan disímiles cumplidos, con diferentes valores.

    Arquitectura

    La Catedral de Santiago de Cuba uno de los lugares mas bellos y antiguos de la ciudad de Santiago de Cuba y uno de sus símbolos arquitectónicos más conocidos.

    En la ciudad coinciden estilos arquitectónicos múltiples, desde el barroco hasta el neoclásico más depurado. Son de especial interés los parques arbolados, las calles escalonadas, las construcciones coloniales con inmensos ventanales y apretados balcones.

    En Santiago se conservan tesoros históricos, como la primera casa de América, la primera catedral de Cuba, la primera mina de cobre a cielo abierto de todo el continente americano o el primer museo cubano. Pero más allá de los propios encantos que resultan de los ambientes urbanos, no se concebiría a Santiago de Cuba sin su gente espontánea, alegre, natural.

    En sus calles conviven edificios de alto valor arquitectónico, como la Catedral, la casa del poeta José María Heredia, la Biblioteca Provincial Elvira Cape, el Museo Emilio Bacardí Moreau, el Cuartel Moncada, lugar escogido por Fidel Castro y un grupo de jóvenes revolucionarios que partieron desde la Granjita Siboney un 26 de julio de 1953 para marcar el inicio de la lucha insurreccional contra la dictadura de Fulgencio Batista.

    Con más de un siglo de existencia el Cementerio de Santa Ifigenia, en la ciudad de Santiago de Cuba, capital de la provincia de igual nombre, guarda la historia de héroes, hombres y mujeres ilustres y de personajes anónimos y modestos que vivieron en este lugar.

    Complementan el entorno, la prestigiosa Universidad de Oriente y, a sólo 12 kilómetros del centro de la urbe, el santuario de El Cobre, lugar de peregrinaciones y ofrendas a la Virgen de la Caridad, patrona de la Isla.

    Patrimonio de la Humanidad

    El Castillo de San Pedro de la Roca fue declarado por la UNESCO en 1997 como Patrimonio de la Humanidad, donde se cita como el más completo y mejor preservado ejemplo de la arquitectura militar Hispanoamericana, basado en principios de diseño italiano y Renacentista.

    El Castillo de San Pedro de la Roca -conocido también como el Morro de Santiago de Cuba- fue la fortaleza llamada a integrar ese sistema defensivo del oriente, aunque el impacto militar fue mínimo debido a una demora de varias decenas de años en su terminación.

    Su principal diseñador y arquitecto fue el famoso ingeniero militar italiano Juan Bautista Antonelli, responsable en años anteriores de los trabajos de fortificación de San Cristóbal de La Habana.

    La fortaleza se integra junto a La Socapa, La Avanzada y La Estrella en el sistema defensivo de la bahía santiaguera. Según las tradiciones, la propuesta para la edificación de la obra partió del entonces gobernador de ese oriental territorio, Pedro de la Roca y Borja, de quién tomó el nombre la fortaleza, y los trabajos comenzaron hacia finales del siglo XVI.

    Sometido a trabajos de reconstrucción en varias ocasiones, el Morro de Santiago de Cuba constituye una riqueza arquitectónica de gran valor estético e histórico, muy atractiva para los miles de turistas que arriban cada año a la ciudad.

    Los paisajes arqueológicos de las primeras plantaciones de café del sudeste de Cuba fueron declaradas por la UNESCO en 2000 como Patrimonio de la Humanidad por ser una evidencia única de una forma pionera de la agricultura en un terreno difícil.

    Estos cafetales fueron establecidos entre finales del siglo XVII e inicios del XIX. Los emigrantes franceses y haitianos que escaparon de su país en 1789 tras el estallido de la revolución se instalaron en esta región cubana, adquiriendo las tierras que les vendieron los españoles a un muy bajo precio.

    Los emigrantes se instalaron en esta región, donde construyeron sus enormes casas de piedra y plantaron el café como fruto comercial. La unidad típica cafetalera estaba formada por la vivienda doméstica -a la vez almacén-, los caminos y las áreas agrícola e industrial.

    Existen cerca de un centenar de estas fincas, la mayoría ubicadas en la provincia de Santiago de Cuba, abarcando la zona de la Gran Piedra, El Cobre, Dos Palmas y Contramaestre, aunque también hay muchos en Guantánamo. Estos lugares forman un extenso cinturón cafetalero en la región sudeste de Cuba.

    Las ruinas más famosas de los cafetales son la finca de Santa Sofía, el Kentucky y La Isabélica, esta última en perfecto estado de conservación y que posee además un museo etnográfico. Esta última finca, ubicada en la Gran Piedra, se relaciona con una leyenda que cuenta la historia de un colono francés que se enamoró de una esclava llamada Isabélica con la que luego se casó.

    Estos cafetales, que forman un magnífico monumento a la ingeniería hidráulica, vial, doméstica, funeraria y del sistema productivo.