Provincia La Habana

    La Habana antiguamente nombrada Ciudad de La Habana, es la actual ciudad capital de la República de Cuba y a la vez una de las quince provincias cubanas. La Habana es la ciudad más poblada de Cuba y de todo el Caribe insular, con una población superior a los dos millones de personas. El territorio de la capital ocupa el décimo sexto lugar en extensión entre las provincias, con 726,75 kilómetros cuadrados, representando el 0,7 por ciento de la superficie total del país.

    Fundada en la primavera de 1514, más al sur, con el nombre de San Cristóbal de La Habana, La Habana es el principal centro de la vida política, económico y sociocultural de la nación siendo sede de las oficinas del gobierno y del Partido Comunista cubano así como de las principales instituciones culturales y científicas del país.

    En 1982, su Centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

    De acuerdo a una ley aprobada en agosto de 2010 por la Asamblea Nacional de Cuba, dicha provincia retoma el nombre de La Habana, eliminándose oficialmente el apelativo de Ciudad, innecesario después de la desaparición de la provincia homónima, aprobada por esa misma ley. La ciudad se divide administrativamente en 15 municipios.

    La tradición reconoce como fecha de fundación el 16 de noviembre de 1519, cuando el conquistador español Diego Velázquez, en nombre de los reyes de España, estableció su tercer y definitivo asentamiento, el actual.

    Desarrollada a partir de un núcleo poblacional originario, La Habana es la fusión de disímiles localidades. Según los datos aportados por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), la provincia cuenta con 49 barrios, 329 repartos y 36 asentamientos poblacionales, para un total de 414 unidades espaciales o localidades oficialmente reconocidas.

    La Habana fue elegida el 7 de diciembre de 2014 en Dubái, dentro de la iniciativa New7WondersCities, como una de las siete ciudades maravilla del mundo por representar la diversidad global de la sociedad urbana.

    Etimología

    Su denominación surge de la fusión del nombre del santo escogido como patrón (san Cristóbal) y del nombre por el cual se le conoció en sus primeros asentamientos: Habana.
    Aunque hay varias hipótesis del origen de este nombre, la más aceptada lo deriva del nombre de un cacique taíno llamado Habaguanex [abaguanéks], que controlaba la zona de su primer asentamiento.

    Historia

    En la Plaza de Armas, que fue en la época colonial el centro de la vida oficial y pública de La Habana, se alza un monumento llamado El Templete. En su columna conmemorativa hay una inscripción en latín, que significa lo siguiente:



    Detén el paso, caminante, adorna este sitio con un árbol, una ceiba frondosa, más bien signo memorable de la prudencia y antigua religión de la joven ciudad, pues ciertamente bajo su sombra fue inmolado solemnemente en esta ciudad el autor de la salud. Fue tenida por primera vez la reunión de los prudentes concejales hace ya más de dos siglos: era conservado por una tradición perpetua: sin embargo, cedió al tiempo. Verás una imagen hecha hoy en la piedra, es decir el último de noviembre en el año 1754. En ese lugar hubo una ceiba y que bajo la sombra se celebró la primera misa y el Cabildo recibió la guarda y custodia de los fueros y privilegios de la villa de La Habana, según costumbre y usanza de las leyes de Castilla. La columna conmemorativa de la fundación de la ciudad fue erigida por el gobernador don Francisco Cagigal de la Vega en 1754, cuando la ceiba no pudo sostenerse más.


    Dibujo de la misa ofrecida en 1828 en conmemoración de la primera misa y cabildo
    Pero antes de la fundación de La Habana, en su emplazamiento actual, la ciudad tuvo, entre 1514 y 1519, por lo menos dos asentamientos distintos: el de 1514, que en uno de los primeros mapas de Cuba, el de Paolo Forlano de 1564, sitúa la villa en la desembocadura del río Onicaxinal justo a orillas de la Playa Mayabeque, en la costa sur de Cuba y otro asentamiento en La Chorrera, que esta hoy en el barrio del Vedado, junto al río Almendares, que los indios llamaban Casiguaguas, donde los fundadores trataron de represar las aguas, conservándose en la actualidad los muros de contención de esta obra hidráulica, la más antigua del Caribe.

    Y el último asentamiento, que conmemora El Templete como la sexta Villa fundada por la Corona Española en la isla de Cuba, llamada San Cristóbal de La Habana por Pánfilo de Narváez.

    En algunos mapas y escritos de la época de la conquista se menciona un puerto militar estratégico para la Corona Española denominado de Carenas que algunos historiadores han querido asociar con la bahía de La Habana y que de hecho pudiera haber sido por su posición, seguridad y escondida entrada que pasaba inadvertida para el que no la conociera atentamente. Más tarde La Habana se convirtió en un astillero muy importante y famoso por la calidad de las maderas que empleaba y la habilidad de sus artesanos y carpinteros de ribera, construyendose aquí La Santísima Trinidad, un buque insignia de la Armada española.

    El 10 de julio 1555 el pirata Jacques de Sores atacó y tomó La Habana despues de sitiar durante un día a los defensores de la primitiva fortaleza y haber huido cobardemente el gobernador hacia el vecino emplazamiento de Guanabacoa. Hasta el 5 de agosto permaneció aquí y más tarde molesto por el miserable rescate que le dieron quemó la ciudad y robó cuanto pudo. Se narra que prendió la hoguera con las actas capitulares y otros documentos existentes. De hecho no queda referencia escrita alguna de los primeros años de La Habana y solo se tienen nuevamente las actas capitulares a partir de 1556. La Habana resurgió en varias ocasiones de los escombros y cenizas a que la reducían de cuando en cuando los piratas y corsarios franceses durante la primera mitad del siglo XVI, hasta que en 1561 la Corona dispone que la ciudad sea el lugar de concentración de las naves españolas procedentes de la colonias americanas antes de partir para la travesía del océano, por lo que se construyen defensas militares a la entrada de la bahía de La Habana y en sitios estratégicos y logran hacer de ella la ciudad mejor defendida del Nuevo Mundo.

    Oro y plata, lana de alpaca de los Andes, esmeraldas de Colombia, caobas de Cuba y Guatemala, cueros de la Guajira, especias, palo de tinte de Campeche, maíz, patatas, mandioca, cacao son las materias primas que llegan en los veleros al puerto mejor protegido de América, entre marzo y agosto, para formar los grandes convoyes que, custodiados por las naves militares, parten en días señalados rumbo a España.

    Con ellos, miles de marinos, funcionarios, colonos, comerciantes, aventureros llegan en la incipiente ciudad, que crece desde el puerto a ritmo vertiginoso.

    El día 20 de diciembre del año 1592, Felipe II confiere a La Habana el título de ciudad, veintinueve años después de que el gobernador de Cuba trasladara a ella su residencia oficial desde Santiago de Cuba, sede hasta entonces del gobierno de la isla.

    La importancia estratégica de La Habana y las riquezas que a ella llegan y de ella parten la convierten en codiciado objetivo de piratas y galeones con patente de corso de las potencias enemigas de la Corona Española.

    La Habana se fortifica durante el siglo XVII por mandato de los reyes que la suscriben como "Llave del Nuevo Mundo y Antemural de las Indias Occidentales". Al mismo tiempo, la ciudad se edifica con los materiales más abundantes de la isla: las maderas, que proporcionan a la arquitectura de la época un encanto peculiar en combinación con los estilos llegados de la península ibérica y, muy profusamente, de Canarias.

    En 1649 una epidemia de peste llegada de Cartagena de Indias, en Colombia, extermina a una tercera parte de la población habanera. El 30 de noviembre de 1665, la reina doña Mariana de Austria, viuda de Felipe IV, ratifica el escudo antiguo de Cuba, que tenía como símbolos heráldicos los tres primeros castillos de la ciudad: el de la Real Fuerza, el de los Tres Santos Reyes del Morro y el de San Salvador de la Punta, como tres torres de plata sobre campo azul. Además, una llave de oro que simbolizaba el título de "Llave del Nuevo Mundo", concedido desde antiguo a la ciudad.

    Durante el siglo XVII la ciudad se engrandece con construcciones monumentales civiles y religiosas. Se erige el convento de San Agustín, se concluye el castillo de El Morro, y se construyen la ermita del Humilladero, la fuente de la Dorotea de la Luna en La Chorrera, la iglesia del Santo Angel Custodio, el hospital de San Lázaro, el monasterio de Santa Teresa, el convento de San Felipe Neri, y en 1728 se funda la Real y Pontificia Universidad de San Jerónimo en el convento de San Juan de Letrán.

    A mediados del siglo XVIII, La Habana tiene más de 70 000 habitantes. El 6 de junio de 1762, al alba, apareció una impresionante armada británica, con más de 50 navíos y 14 000 hombres. Para tomar la ciudad, los ingleses tuvieron que rendir el Castillo del Morro, defendido por una decidida guarnición al frente del capitán de navío Luis Vicente Velasco de Isla y el Marques Vicente Gómez. La Habana cayó tras de dos meses de sitio. Al tomar posesión de la ciudad, los ingleses también capturaron la flota española que había quedado atrapada en la bahía de La Habana, compuesta por nueve barcos de línea de 74 y 64 cañones, además de 25 barcos mercantes cargados con todo tipo de provisiones, tres millones de pesos pertenecientes al la Compañía Real y grandes cantidades de provisiones almacenadas en La Ciudad. Sir Georges Keppel la gobernó durante once meses, hasta mediados de 1763, fecha en la que los británicos devolvieron La Habana a los españoles, a cambio de Florida. A este período se remontan la libertad de comercio y la de culto.

    En 1763 se comenzó la construcción de la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, la mayor de las construidas por España en el Nuevo Mundo, que apuntaló el sistema defensivo de La Habana tras la ocupación inglesa. Las obras se prolongaron por más de once años y con un coste tan enorme para su tiempo que se dice que Carlos III, Rey de España se asomó a la ventana de su palacio con un catalejo para que le indicaran donde se encontraba tan cara construcción. Su posición privilegiada le convertía en un bastión inexpugnable. Contaba con un elevado número de cañones fundidos en Barcelona en el siglo XVIII, que siguen guardando simbólicamente la entrada de la bahía de La Habana.

    Catedral de La Habana.

    En 1774 se realiza el primer censo oficial de Cuba: 171.670 habitantes, de los cuales 44.333 son esclavos. Entre 1789 y 1790 se divide la diócesis de Cuba: se erige en catedral la Iglesia Mayor de La Habana mientras que la antigua mitra permanece en Santiago de Cuba. Seis años más tarde, el 15 de enero de 1796, llegan a La Habana los restos de Cristóbal Colón procedentes de Santo Domingo (capital de la actual República Dominicana).
    Puesto que España no tenía ya el monopolio del comercio, La Habana se convirtió en una ciudad más floreciente, y en 1818 era puerto libre. Se instalaron el lujo y la voluptuosidad. Las tiendas ofrecían el último grito de la moda, los teatros recibían a los mejores actores del momento, la burguesía enriquecida hacia construir esplendidas mansiones con columnas, se hablaba del París de las Antillas.

    A principios del siglo XIX llegó a La Habana el naturalista alemán Alexander von Humboldt, quien queda impresionado por la vitalidad del puerto habanero. En el año 1837 se inaugura el primer tramo de ferrocarril, de 51 km, entre La Habana y Güines, que se usa para el transporte de azúcar desde el Valle del Ariguanabo hasta el puerto de la ciudad. Con ello España se convierte en el quinto país del mundo en tener ferrocarril (ya que Cuba pertenecía por aquel entonces a España) y el primero de los de habla española.

    A lo largo del siglo, La Habana se enriquece con centros culturales, como el Teatro Tacón, uno de los más lujosos del mundo, el Liceo Artístico y Literario, el teatro Coliseo. Visita la ciudad Garibaldi bajo el nombre de Giuseppe Pani y se suceden las conspiraciones de patriotas independentistas al mismo ritmo que la autoridad de la Corona las reprime y sofoca.

    Vista de La Habana desde Casablanca, según un plano pintoresco de 1853. (Fragmento)

    Hacia la década de 1850, el desarrollo de la industria azucarera, el ferrocarril, la industria tabacalera, entre otras, produjeron una pujante economía que llevó a Cuba a ser un país enormemente rico. En la década de 1860 Cuba era más rica que nunca, y La Habana fue el vivo reflejo de esta riqueza y prosperidad. En 1863, las murallas de la ciudad fueron derribadas para que pudiera ampliarse la urbe y construirse nuevos y esplendidos edificios. A fines del siglo XIX, las clases acomodadas se trasladaron al elegante barrio del Vedado, con sus numerosas quintas y palacetes.

    El USS Maine.
    A finales del siglo XIX, La Habana, después de dos guerras de independencia lanzadas por los patriotas cubanos, vive los últimos momentos de la colonización española en América, que se cierra definitivamente cuando el acorazado estadounidense Maine es hundido en su puerto, dando a los Estados Unidos el pretexto para invadir la isla e impedir su independencia. El cambio de siglo transcurre en La Habana, y por lo tanto en Cuba, bajo la ocupación y el gobierno de los Estados Unidos.

    Bajo la influencia estadounidense, la ciudad creció y se enriqueció con numerosos edificios en los años 30, cuando se construyen suntuosos hoteles, casinos y esplendidos clubes nocturnos. Ejemplos de estas construcciones son el Focsa, el Habana Libre y el Hotel Nacional.

    Hotel Nacional de Cuba
    Santos Traficante lleva la ruleta del Sans-Souci, Meyer Lanski dirige el Riviera, Lucki Luciano el Nacional, allí celebra la mafia estadounidense su reunión cumbre mientras los barrios de barracas que rodeaban la ciudad crecían intensamente. La Habana se convirtió en capital del juego y de la corrupción.

    Desde el triunfo de la Revolución en 1959 se hicieron grandes transformaciones sociales, principalmente en lo referente a la educación, la sanidad pública, los servicios, la construcción de viviendas sociales y edificios oficiales.

    Una amplia red de instituciones docentes garantiza el acceso de todos los ciudadanos a los más completos servicios educacionales hasta el nivel universitario. Igual sucede con los servicios de salud.

    Muchas de estas transformaciones se reflejaron en las construcciones después de 1959. Tales son el Hospital Hermanos Ameijeiras, las Escuelas de Arte de Cubanacán y el Hotel Meliá Cohiba.

    Desde hace unos años, el centro histórico de La Habana, declarado monumento nacional por el Gobierno Cubano en 1976 y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1982, es objeto de grandes restauraciones, realizadas por un equipo de historiadores y arquitectos dirigidos por la Oficina del Historiador de La Habana, Eusebio Leal, encargado de los trabajos de renovación.

    Situación geográfica

    La zona de la antigua provincia de Ciudad de La Habana se encuentra ubicada en la zona occidental de la República de Cuba entre las latitudes 2°58', 23°10' de latitud norte y los 82°30', 82°06' de longitud oeste. Fue la más pequeña de las provincias de Cuba aunque constituyó la más poblada además de posser lo índices mas altos de todo el país de densidad por kilómetro cuadrado. Está conectada al norte con el Estrecho de La Florida, al este y parte del sur con la provincia de Artemisa y al suroeste y oeste con la provincia de Mayabeque.

    Ubicada en la zona de la Llanura Habana-Matanzas, todo su litoral norte lo ocupan costas, donde se localizan la bahía de La Habana, al este están sus playas. Su hidrografía está representada por los ríos Almendares, Martín Pérez, Quibú, entre otros y los embalses Bacuranao y Embalse Ejército Rebelde. Predominan los suelos no urbanizados, son fersialíticos pardo rojizos y ferralíticos rojos, en algunos sectores costeros existen manifestaciones de carso desnudo.

    En la misma zona histórica de la ciudad, dentro de los territorios de los municipios de Centro Habana, Habana Vieja, Regla, Guanabacoa y Habana del Este se ubica la bahía de La Habana, uno de los puertos más importantes de la zona del [Caribe] y otrara centro de organización de las mercancías que eran enviadas a la España colonial desde las colonias caribeñas. A lo largo de todo su litoral norte están localizadas playas de gran belleza, destacándose las Playas del Este ubicadas en las localidades Guanabo, Bacuranao y Santa María del Mar en el municipio de Habana del Este. En el sur tiene algunas elevaciones calizas en zonas como Guanabacoa, San Miguel del Padrón, Arroyo Naranjo y Boyeros.

    Clima

    El clima de la ciudad es tropical como en el resto de la isla. Sin embargo recibe una mayor influencia continental en invierno, por su cercanía con la costa sur de Estados Unidos, lo que hace que las temperaturas sean más frescas en estos meses, la temperatura mínima registrada es de 2.0ºC en la localidad de Santiago de las Vegas en el municipio de Boyeros, aunque durante la temporada invernal 2010-2011, se registraron valores inferiores a 1.4 °C. Además existe una gran influencia oceánica en el clima, debido a que la Corriente del Golfo pasa frente a las costas del occidente cubano. Las precipitaciones son abundantes en octubre y septiembre y bastante escasas en abril y marzo. Los huracanes que azotan la isla, casi siempre no impactan directamente a la ciudad, haciendo que los daños sean menores en la mayoría de las ocasiones.

    Malecón habanero.
    Debido a todas esas bondades climáticas la ciudad es visitada durante todo el año. En verano y fin de año se llena de visitantes de otras provincias del país que vienen a pasar las vacaciones con sus familiares en la ciudad y hacer compras, en invierno y primavera es invadida por turistas extranjeros que se hospedan en los lujosos hoteles y se asolean en las playas, además de visitar museos y recorrer la ciudad. Al igual que en España por tradición se duerme la siesta en verano, donde la temperatura llega a ser en extremo calurosa algunos días y en las zonas suburbanas sobre todo, porque en el centro el bullicio es constante y las playas y el malecón están repletos de gente.

    Hay muchas tradiciones según la estación del año, por ejemplo es de “buena suerte” bañarse en el primer aguacero del mes de mayo, y las embarazadas no pueden salir del cuarto si hay eclipse.

    Bahía de La Habana

    La bahía de La Habana es una de las bahías más grandes y seguras de América y del mundo, en forma de bolsa lo que le confiere seguridad a los barcos que acoge. Tiene una situación estratégica tanto geográfica como económica, pues se encuentra en medio del corredor del golfo una zona que une a los puertos de Veracruz, Nueva Orleans y Miami asi como el delta del Misisipi con Europa. En su interior fue estallado el acorazado estadounidense Maine el 15 de febrero de 1898, hecho que significó el pretexto para que los Estados Unidos interviniera en la Guerra del 95, también conocida como Guerra Necesaria, arrebatando el triunfo a las huestes mambisas y dando inicio a la Guerra Hispano-Cubano-Norteamericana, que constituyó la primera conflagración de tipo imperialista.

    El puerto de La Habana es considerado uno de los más importantes de la región y durante la época colonial uno de los centros estratégicos para la España colonial, es por ello que la bahía se protegió con una red de fortificaciones muy importante, que incluyen al Torreón de San Lázaro, el Castillo de los Tres Reyes del Morro, la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, el Castillo de Atarés, La Chorrera y otros elementos dedicados a la protección del puerto y la ciudad.

    Entrada de la bahía de La Habana en abril de 2012, a lo lejos el Buque Escuela Simón Bolívar de la armada de Venezuela.

    Uno de los elementos distintivos asociados a la bahía es el faro situado en la fortaleza de El Morro, cuya construcción data del siglo XVIII, y que actualmente funciona con las ópticas de procedencia francesa, que fueron instaladas al momento de su construcción, incluyendo los mecanismos originales de contrapeso y palancas para su operación, siendo el sistema de iluminación (actualmente eléctrico), el único cambio significativo realizado a esta obra.

    Hoy uno de los retos fundamentales de la bahía es superar sus altos índices de contaminación que la convierten en una de las bahías más contamindas del mundo, no solo por la alta concentración de población en su litoral (cerca de un millón de personas) sino que la mayor parte de las industrias de la ciudad radican en la zona de la bahía por lo que la mayoría de sus desechos terminan el mar. A pesar de todo, el gobierno y varias instituciones científicas cubanas e internacionales han impulsado un gran plan de rescate de la bahía, que busca mediante fórmulas educativas inculcar valores de respeto al medio ambiente.

    Hidrografía

    La provincia está surcada por varios ríos, aunque el Almendares es el mayor, con 49,8 kilómetros de extensión y 402 kilómetros cuadrados en su cuenca llamada Almendares-Vento. Nace en el municipio de San José de las Lajas, en la vecina provincia de Mayabeque, y atraviesa a ocho territorios de la provincia: Cotorro, Arroyo Naranjo, Diez de Octubre, Boyeros, Cerro, Marianao, Playa y Municipio Plaza de la Revolución.

    Le siguen en importancia, Quibú, Santa Ana, Jaimanitas, Cojímar, Bacuranao, Tarará, Boca Ciega o Itabo, Guanabo, Peñas Altas, Mordazo, Santoyo, Orengo, y otros de menor caudal; así como varios arroyos y lagunas. Existen también varios embalses como: el Embalse Ejército Rebelde, con capacidad para 52 millones de metros cúbicos, la presa La Coca (11,8 millones), La Zarza (17,4 millones), Bacuranao (14,6), y otras menores como Paso Sequito.

    La bahía de La Habana es una típica bahía de bolsa, cuenta con un canal de entrada y cuatro ensenadas hacia su interior: Atarés, Marimelena, Guasabacoa y Triscornia. Tanto al este de la bahía como al oeste del río Almendares, la provincia cuenta con abundantes y hermosas playas que constituyen su mayor atracción turística.

    Flora y Fauna

    Por su cercanía al Trópico de Cáncer, las temperaturas son agradables todo el año. La vegetación es abundante, destacándose el anillo verde de la ciudad del que forman parte el Gran Parque Metropolitano de La Habana, en la cuenca del Almendares, y que abarca áreas de cuatro municipios: Playa, Plaza de la Revolución, Cerro y Marianao. Dentro de este parque se destacan el Bosque de La Habana, el Parque Forestal, el Parque Almendares, y la presa El Husillo. El Parque Zoológico Nacional, el Parque Lenin, Expocuba y el Jardín Botánico Nacional, forman parte del acordonamiento forestal de la ciudad.

    Hay zonas de un paisaje natural impresionante como la ribera del curso superior del río Cojímar, la Laguna de Itabo, Rincón de Guanabo y la zona de la Coca. Varios municipios periféricos se caracterizan por su verdor: La Habana del Este, Guanabacoa, Cotorro, San Miguel del Padrón, Arroyo Naranjo, Boyeros, Plaza de la Revolución, La Lisa, Marianao y Playa. Esa característica ha hecho que La Habana se considere una “Ciudad Jardín”.

    Esta región del país cuenta con varias especies endémicas de plantas. La fauna está conformada por aves, reptiles y mamíferos; además de otros traídos por el hombre como ganado mayor y menor, aves de crianza, caninos y felinos domésticos, y otros. Dentro del patrimonio histórico-cultural se reconocen hoy treinta y ocho monumentos nacionales, seis monumentos locales y once zonas de protección, entre el patrimonio construido y el natural.

    Demografía

    La Ciudad de La Habana se ajusta a la definición de megápolis, pues según datos del Censo del año 2002, la provincia contaba con 2 201 610 personas y en estimados del 2008, un aproximado de 2 148 132 millones, lo cual equivale a más del 20% de la población de la República lo que equivale a una densidad demográfica de 2 963,8 habitantes por kilómetro cuadrado. Actualmente dos municipios se consideran super poblados en cuanto a población absoluta, tal es el caso de Diez de Octubre y Arroyo Naranjo, por lo que la zona sur de la ciudad alberga la mayor cantidad de población. Mientras el costero municipio de Centro Habana abarca la mayor densidad de población por kilometro cuadrado, pues según datos del gobierno de dicho municipio, existen 65 565,2 personas por kilometro cuadrado, por lo que en solo 3,42 kilometros cuadrados viven más de 160 mil habitantes. Además de estos datos un poco escalofriantes, la provincia cuenta con una población flotante superior al medio millón de personas que, por disímiles motivos, la visitan o viven en ella temporalmente, lo que complica el espectro demográfico metropolitano.

    La población autóctona sea superior a la inmigrante, más de las 2/3 partes: 1 501 368 personas, para un 68,45%, aunque los residentes oriundos de otros lugares constituyen una cifra importante: 702 242 habitantes, para un 31,55%. De ellos: el 47,43% procede de la región oriental, el 25,99 de la central y el 25,78% de provincias occidentales.

    La Habana es la mayor ciudad en el contexto cubano y de la zona del Caribe insular. Pues su entorno metropolitano rebasa los dos millones de pobladores y aunque no llega al nivel de las “megaciudades" como New York, Tokio o Ciudad de México, las cuales rebasan los diez millone, y algunas hasta veinte, en las Antillas no hay ciudad más poblada por encima de La Habana. También lo es desde el punto de sus dimensiones: esta ciudad capital con su entorno metropolitano si bien es solo la cuarta parte de la Isla de la Juventud, es superior en extensión a las islas de las Antillas Menores que constituyen naciones, exceptuando a Trinidad y Tobago, Guadalupe y Martinica y hasta minúsculos estados del viejo continente son más pequeños que esta ciudad: Andorra, Luxemburgo, San Marino, El Vaticano y Mónaco. Entonces, por su superficie y su población, La Habana es una gran ciudad.

    Cultura

    La ciudad es sede de varios eventos culturales de carácter internacional tales como el Festival de Ballet de La Habana, el Festival de Cine de La Habana, El Festival Jazz Plaza y la [Feria Internacional del Libro de La Habana.

    Ciudad natal del Héroe Nacional José Martí, y conocida como la llave del Nuevo Mundo y antemural de las Indias Occidentales por su ubicación estratégica, cumple como una de las ciudades más importantes de América Latina para eventos ubicados en el área del Golfo de México.

    En la ciudad también se encuentra la Casa de las Américas, institución encargada de promover el arte y la literatura de los pueblos de Américas, desde el río Bravo hasta la Patagonia, y que anualmente auspicia un certamen literario conocido como Casa de las Américas o, y del cual han sido jurado personalidades tan distinguidas como Gabriel García Márquez y Mario Benedetti.

    Existen edificaciones que son una muestra de artes decorativas tales como, Edificio Bacardí, primer edificio estilo art decó construido en La Habana, joya arquitectónica de la época.

    Lugares de interés

    Fortaleza de San Carlos de la Cabaña: es una fortaleza situada al este de la bahía. La Cabaña es la fortaleza más grande construida por España en América. Esta fue construida a partir de la invasión inglesa y finalizada a fines del Siglo XVIII. En la actualidad la sede principal de la Feria Inernacional del Libro y de la Bienal de La Habana, entre otros eventos.

    Capitolio Nacional de Cuba.
    Capitolio de La Habana: fue construido en 1929 para alojar el Senado y la Cámara de Representantes. Este edificio colosal es visible desde casi toda la ciudad con su cúpula imponente. En su interior está la Estatua de la República. Hoy en día es la sede de la Academia de Ciencias de Cuba. Castillo del Morro: es una pintoresca fortaleza a la entrada del puerto de La Habana en su interior hay un faro de gran potencia que dirige la navegación.

    Entrada del Cementerio de Colón
    Cementerio de Colón: cementerio y museo a cielo abierto. Es el más famoso y grande cementerio en toda América, conocido por su belleza y la magnificencia de sus esculturas, es considerado como tercero de importancia mundial, precedido solamente por el de Staglieno en Génova, Italia y el de Montjuic en Barcelona, España, en el cementerio.
    Centro Cultural Dulce María Loynaz. Se encuentra situado en la casa de la conocida escritora Dulce María Loynaz, Premio Nacional de Literatura 1987 y Premio Cervantes 1992. Es el principal espacio institucional de facilitación a la creación y promoción de autores con que cuenta el Instituto Cubano del Libro, organización rectora del sistema editorial y la distribución de libros y publicaciones seriadas en Cuba. En sus instalaciones funciona una de las sedes de la Feria Internacional del Libro.

    La Calle 23 (Vedado): una de las arterias principales de la ciudad, desemboca en El malecón, en ella se encuentran desde la sede de varios minsiterios como el de Salud Pública o el de Trabajo, hasta la famosa heladería Coppélia, al que los habaneros llaman “La catedral del helado”, pasando por los hoteles, clubes y discotecas, a los que acuden cientos de jóvenes los fines de semana.

    Ciudad Deportiva: en uno de los sitios más conocidos de La Habana, la intersección de las avenidas Boyeros y Vía Blanca, se presenta a la vista de todos los transeúntes una instalación muy especial, la Ciudad Deportiva, que en su majestuoso coliseo, una de las obras de mayor relevancia de la Ingeniería Civil cubana, ha albergado durante casi cinco décadas a un sinnúmero de eventos deportivos, políticos, educativos y culturales. Posee además estadios y un complejo de piscinas.

    Fuente Luminosa: está bordeada por una amplia rotonda donde confluyen la calle 26, la Vía Blanca y la Avenida de Rancho Boyeros, principal enlace con el aeropuerto internacional José Martí. Formó parte de un programa urbanístico que llevó a cabo el denominado gobierno “Auténtico” del presidente Ramón Grau San Martín, a mediados de los años 40. Con una mezcla de ironía y humor criollo, la población la bautizó entonces como “el bidet de Paulina”, en alusión a la cuñada del mandatario y primera dama de la nación.

    Plaza Vieja. Se le llamó originalmente Plaza Nueva. Surgió como espacio abierto en 1559, luego de la Plaza de Armas y la de San Francisco, respectivamente, aunque hay algunos autores que señalan que fue la segunda plaza existente en La Habana. Fue zona residencial de la plutocracia criolla en tiempos de la colonia. El conjunto arquitectónico urbanístico de la Plaza Vieja está representado por valiosas construcciones coloniales de los siglos XVII, XVIII y XIX y algunos ejemplos de las primeras décadas del siglo XX que mantienen unidad estilística.

    Plaza de la Revolución José Martí
    Palacio de la Revolución: El Palacio de la Revolución es el principal edificio dentro del Complejo Plaza de la Revolución, ubicado en la capital cubana. En el se encuentran las sedes del Consejo de Estado, del Consejo de Ministros y del Comité Central del PCC. Originalmente fue concebido como Palacio de Justicia y Tribunal Supremo. En 1965 el gobierno revolucionario ordenó trasladar hacia aquí la sede del gobierno y del estado que anteriormente radicaba en el Palacio Presidencial (actual Museo de la Revolución). El edificio está dividido en tres partes, en la primera radican las oficinas del Consejo de Ministros, en la segunda la sede del Consejo de Estado y de las oficinas del Presidente y del Primer Vicepresidente del Estado cubano y en el tercero del Comité Central del PCC.

    Playas y lugares de interés turístico: Las costas ocupan todo el límite norte de la ciudad, próximo al centro se localiza la Bahía de La Habana y al Este se encuentran playas de gran belleza.

    Desde el punto de vista turístico de forma general, se incluyen las zonas turísticas de Playas del Este, el Centro Histórico de La Habana y Monte Barreto-Vedado.

    Ciudad Maravilla del Mundo

    La Habana fue una de las ganadoras del Concurso New 7 Wonders Cities, cuyo resultado fue anunciado el 7 de diciembre de 2014, en el cual millones de habitantes del orbe eligieron las siete ciudades más maravillosas a nivel mundial. La capital cubana, junto a Beirut (Líbano), Doha (Catar), Durban (Sudáfrica), Kuala Lumpur (Malasia), La Paz (Bolivia) y Vigan (Filipinas), resultaron ganadoras de la competencia organizada por la fundación suiza New7Wonders, que en 2007 implementó un sistema de votación en Internet para seleccionar las nuevas maravillas del planeta.

    La elección se llevó a cabo a partir de más de 1.200 candidatos de 220 países diferentes. De esos 1.200 aspirantes fueron designadas por un panel de expertos las 28 candidatas oficiales finalistas, que a través de votación directa se redujeron a 21 y más tarde a 14.

    Las Nuevas 7 Ciudades Maravilla del Mundo es la tercera votación impulsada por la entidad New7Wonders, que con anterioridad eligió los siete monumentos y los siete lugares de la naturaleza más sobresalientes a día de hoy en el planeta.

    Otorgamiento
    El 7 de junio de 2016 le fue conferido oficialmente su condición como una de las siete ciudades maravillas del mundo moderno, distinguida sobre todo por su atractivo mítico, lo cálido y acogedor de su ambiente, y el carisma y jovialidad de sus habitantes. En la explanada del Castillo de San Sal­vador de la Punta, monumento Patrimonio de la Humanidad, a la entrada de la bahía, se develó el monumento y la placa conmemorativa que refrendan el reconocimiento otorgado.